Foto-reseña: Que no, que no me muero, María Hernández Martí y Javi de Castro

Título Que no, que no me muero.
Autor María Hernández Martí y Javi de Castro.
Saga -
Editorial Modernito Books | Ficha
Páginas 168
Sinopsis “Yo nací azul y sin paciencia ninguna. Lo del color se me pasó en un ratito, con oxígeno y eso, pero lo otro no. Llevo toda la vida dedicando grandes cantidades de energía a no reventar de coraje, a no meterme en demasiados líos y a fabricarme un su- cedáneo razonable de la paciencia que me falta.
En este libro se cuenta cómo en estos últimos años he tenido muchísimas oportunidades para desplegar una paciencia mara- villosa, zen, elegantísima, de esa que te ilumina de inteligencia y te embellece y sirve de inspiración a los demás.
Y cómo las he desaprovechado todas.”
Lupe tiene 38 años, pareja, perro, padres, hermanos, amigos, problemas de trabajo, clientes que no pagan y un cáncer de mama. Se enfrenta a esto último con el mismo sentido del hu- mor peculiar que aplica al resto de su vida, pero se encuentra con que de pronto se espera de ella que sea un ejemplo de posi- tivismo y superación. Y que tome batidos de remolacha.

Os voy a ser sincera, como siempre: yo este libro no pensaba leerlo. Qué queréis que os diga, no me apetecía leer una novela triste con el cáncer como protagonista, las hay hasta debajo de las piedras. Pero, en el último momento, dije ¿por qué no? Ahora puedo deciros que sí, vale, es una novela sobre el cáncer pero no es, para nada, lo que parece a simple vista. Donde esperas encontrar situaciones lúgubres y tristes, te topas con sarcasmo y sinceridad.
El libro consta de unos 32 capítulos numerados con las letras del abecedario. Cada capítulo está compuesta de unas dos-tres hojas, algunos son más largos y otros muy, muy cortos. Eso sí, todas y cada una de las páginas están repletas de color, pero siguiendo una gama determinada. Ya hablaré más adelante de las ilustraciones, pero os puedo adelantar que me ha encantado.
Al principio del libro os encontraréis la página que podéis ver en la foto de la izquierda, con el índice de todos los capítulos.

En cuanto a los personajes, Lupe es la protagonista principal y narradora de la historia. Junto a Lupe, aprenderemos cómo se trata esta enfermedad, que consecuencias tiene (tanto físicas como sociales) y, en resumen, todo lo que envuelve al cáncer y que, en la mayoría de los casos (o al menos en el mío) se desconocen.
Personalmente, mi experiencia con este libro ha sido muy satisfactoria. Lupe es la encargada de darle el toque sarcástico a la historia, con su lengua afiliada y su costumbre de decir lo que piensa, siempre, duela a quien le duela. Aun así, no penséis que todo es felicidad y risas. Esta novela gráfica también toca esos momentos más duros, difíciles, pero sin cruzar la linea que lleva a lo dramático y triste. Simplemente, Lupe nos cuenta su historia como si se la contase a un amigo, de manera irónica, agradable, tocando todos los temas pero sin victimismo de por medio. Del mismo modo, no esperéis encontraros con páginas y páginas llenas de frases conmovedoras sobre como sí es posible superar el cáncer. Lupe no es para nada así.
A lo largo de la historia, van apareciendo otros personajes secundarios, aquellos que forman parte de la vida de Lupe. Entre ellos, nos encontramos con su pareja, señor muy alto y muy serio, o con sus padres. Estos personajes no son de peso real en la historia, pero dejan ver cómo es de importante el apoyo familiar en momentos como este.

En cuanto a las ilustraciones, he leído con anterioridad novelas gráficas pero los dibujos no se parecen en nada a los de este libro. En un primer momento, pensé que este sería el punto que menos me iba a gustar del libro. Por las fotos que había visto, me parecía que las páginas estaban faltas de color y que eran, en resumen, sosas. Sin duda, pensaba eso porque no había visto el libro en físico.
No solo la calidad es estupenda (portada de solapas, no de tapa dura pero sí más resistente que la de los libros, hojas gruesas y grandes, etc) sino que las páginas están repletas de color (todo lo contario a lo que pensaba en un principio, vaya). Como dije anteriormente, se siguen una serie de gamas. Hay páginas en las que solo hay verdes, otras en las que solo hay azules, y otras en las que se mezclan varios. Aun así, y pese a que no abundan los detalles, se consigue una lectura amena y fácil. El dibujo es claro y limpio, no cansa y resulta muy divertido de leer. Era lo que pensaba que menos me iba a gustar y ha acabado siendo de lo que más me ha gustado.
Y ahora hablemos de lo que menos me ha gustado del libro, porque algo tendría que haber ¿no? Pues sí, señoras y señores, esta novela gráfica tiene un pero: que se acaba. Sí, en serio. No sabéis lo molesta que me quedé cuando, después de 168 páginas, me di cuenta de que este libro tenía un fin. Por mi lo podrían haber hecho de 300 y yo las hubiera leído encantada. Es cierto que las novelas gráficas no suelen ser muy extensas, pero aun con esto en mente me he quedado con ganas de más.
El final en sí es bastante cerrado y te deja un sabor de boca muy bueno, lo único que llegas a pensar una vez que lo terminas es: Tengo que recomendarsela a todo el mundo. Y aquí estoy yo. No voy a hacer un resumen final porque ya he dicho todo lo que tenía que decir, simplemente quiero animaros a que le deis una oportunidad. No me esperaba una novela así y por poco la dejo pasar. En mi opinión, es una oportunidad perfecta para aprender más de una enfermedad que, por desgracia, es cada vez más común. Os prometo que la disfrutaréis y que la acabaréis con una sonrisa.
¿Lo habéis leído? ¿os animaríais?
¡Espero vuestros comentarios!


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